Mª Jesus Chinchertru medico endocrina del hospital de la Rioja Viamed Los Manzanos explica sus beneficios en la revista digital del vino VINETUR.
El vino es más que un mero alimento. Su principal aporte beneficioso son los antioxidantes. “Por su elaboración, el vino tinto es más antioxidante dado que su fermentación alcohólica se realiza mientras el mosto está en contacto con la piel y las pepitas, zonas altas en resveratrol, el mejor antioxidante”, apunta:
“El aporte calórico del vino es alto; se trata del nutriente con mayor densidad calórica (7kcal/g), después de las grasas, superior a los hidratos de carbono y las proteínas”, explica la endocrina.
“Pero el vino tinto, a diferencia del blanco, posee una propiedad muy especial: activa un gen que impide la formación de nuevas células de grasa y al mismo tiempo, estimula las existentes para depurarlas gradualmente, eliminándolas de nuestro cuerpo “. Así contribuye a la pérdida de peso, siempre que se tome durante las comidas.
La Dra. Chinchertru añade que , como bebida alcohólica, también es la más indicada para elevar los niveles de ácidos grasos omega 3. Independientemente del tipo de comida que se tome, el consumo recomendado oscila entre una o dos copas al día, pero siempre acompañadas de alimentos.
La hora importa.
Se ha especulado con que tomar un vaso de vino tinto en la cena es el mejor momento del día para su consumo, debido a que sus propiedades vasodilatadoras disminuyen posibles eventos cardiovasculares nocturnos. Pero Chinchertu apunta que “lo verdaderamente cierto es que , ya sea en el almuerzo o en la cena, el vino siempre resulta más beneficioso tomándolo acompañado de alimentos debido a su efecto hipoglucémico”.